Y LLEGO LA LUZ --- *POST RECUPERADO*

Y LLEGO LA LUZ

Y ya próximo al medio siglo me detengo a un lado del camino  y pienso,  pienso en que he consumido mi tiempo, en que se recordará de mí cuando abandone esta senda.

 ¿Se habrán borrado todas mis huellas?

 ¿Habrá sido "rentable" mi vagar por este angosto camino?

Y en una de esas estaba cuando una mirada me despertó, cuando unos ojos desviaron mi pensamientos,  cuando una sonrisa conquistó mi mirada y una suave brisa dejó llegar a mis oídos la melodía de su risa.

De repente me encuentro reordenando mis pensamientos y  guardando en cajas esas sendas que, con más pena que gloria, había realizado hasta la fecha. Ya no son importantes, tan sólo  dejaré fuera algún recorte, algún "recuerdo".

Me veo revisando nuevos mapas  explorando un nuevo sendero, aligerando  mi mochila de antiguas cargas y dejando espacio para las nuevas experiencias.

No tengo idea de donde me llevará esta nueva ruta, ni la cantidad de maleza que será necesario cortar para poder continuar.

Esta senda no figuraba en mis mapas, lleva paralelas otras pequeñas rutas, que con el tiempo  se distanciaran de la principal.

Son estos momentos de nervios, de miedo incluso, ante un recorrido tan incierto como ilusionante, tan hermoso  como imprevisible,  pero todas mis dudas desaparecen cuando ante mí se enciende una luz, esa luz que acompañará mis pasos, iluminará las sombras y calmará mis miedos.

Bajo el abrazo de esa luz,  me siento capaz de todo, no hay meta imposible si ella está presente, no hay sueño inalcanzable cuando ella es el más inalcanzable de los sueños y a pesar de ello duermo a su vera siempre que el sol se apaga.

No importa si estoy cansado,  si mis escasas fuerzas me abandonaron ya hace tiempo,  ella se acerca, y con el simple roce de sus labios me devuelve la vida, me carga de vital fuerza  y me hace soñar despierto.

Soñar con un interminable viaje a lo largo de esta nueva vida, me hace correr tras su estela, para luego pararse y abrazarme con su luz.

Ahora, el camino se ve más claro, sin las tenebrosas sombras que acechan nuestro lento discurrir.

Ahora es cuando descubro que el cielo no está tan lejos, ni el infierno esta tan cerca.

C. Rodríguez

30/08/2017