martes, 23 de enero de 2018

ADOLESCENTES Y SEPARACION *POST RECUPERADO*


ADOLESCENTES Y SEPARACION


Que difícil nos resulta ponernos en la situación de los demás.
Que poca memoria tenemos cuando se trata de recordar como éramos y como nos comportábamos cuando los adolescentes éramos nosotros.
No os descubro nada nuevo, todos sabemos que generación tras generación, las diferencias entre padres e hijos adolescentes parecen insalvables.
En mi opinión  esto no debiera ser así, todos hemos pasado por esa fase, todos hemos pensado lo "pesados y controladores" que eran nuestros padres, y ahora que nos toca a nosotros, nuestra respuesta es muy similar a la que nuestros padres tenían con nosotros.
Es cierto que algunos padres han cambiado, pero ser más permisivos no es la solución, más bien todo lo contrario, esto nos generará otros problemas, algunos de ellos muy graves como vemos casi a diario en la prensa y la televisión.
No es fácil poner límites a un adolescente, pero ha de hacerse, y hacerse mucho antes.
Para no encontrarnos con esa situación desesperada hemos de hacer nuestro trabajo antes, cuando son pequeños, cuando su tamaño nos permite manejarles.
Si hemos trabajado una buena  base, tendremos unos adolescentes, educados, respetuosos y responsables  que en vez de darnos disgustos y dolores de cabeza con sus erráticos comportamientos,  nos darán alegrías y satisfacciones.
Desde hace algunas semanas, estoy viviendo esta situación en carne ajena, viendo como una madre se desespera por recuperar a sus hijos adolescentes y preadolescentes.
No son malos chicos, pero (en mi opinión) no han sido capaces de superar la separación de sus padres.
Creo que de algún modo culpan a su madre de esa ruptura, de esa nueva situación que les toca vivir desde hace unos años.
Para ella tampoco ha sido fácil, enfrentarse a una "soledad" forzada y al hecho de tener que sacar a sus hijos adelante sin ayuda, la supera en algunos momentos.
No sería la primera vez que la escucho decir que es una mala madre, que no sabe qué hacer con ellos.
En mi opinión, no lo ha hecho nada mal, pues con no muchos recursos  económicos y la escasa presencia del padre (48 horas al mes) no sólo les está sacando a delante. Al mayor le tiene estudiando fuera (con los gastos que eso conlleva) al del medio estudiando diseño, y al pequeño... a ése un poco mimado, pero eso es lo normal…  ¿o no?
Desde aquí quiero darle ánimos, recordarle que es fuerte y pedirle que no se rinda, decirle que esos problemillas de comunicación con sus hijos se resolverán pronto, y que sin duda, volverá a ser feliz.
Decirle que ahora tiene un buen bastón en quien apoyarse y con el que continuar el viaje de la vida. Alguien que está dispuesto a luchar por ella y a ayudarla en esos días de bajón, alguien dispuesto a compartir las penas y alegrías.
Se feliz, si tus hijos te ven bien, ellos también cambiarán, porque aunque no lo digan, ellos te quieren muchísimo.

C. Rodríguez
25/09/2017

Dedicado a un madre fantástica.

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