martes, 27 de septiembre de 2022

JUNTO A UN CAFÉ FRIO

 

JUNTO A UN CAFÉ FRIO

 

Mi mente en blanco,

la mirada perdida en un café,

levanto la vista

y ahí está ella,

el día se ilumina

aunque llegando este el anochecer.

 

Baja la escalera,

esboza una sonrisa,

un hola de su boca vuela,

con el que alegra mi día,

los nubarrones espanta,

si afuera llueve ya nada importa.

 

Hablamos de trivialidades sin importancia,

nada importa, mientras su voz suena,

de música mis oídos llena,

nota a nota mi Alma alegra,

mientras mi mirada absorta

el movimiento de sus labios observa.

 

Quisiera besarla,

mas no me atrevo,

de no volver a verla

hoy tengo miedo,

sin dejar de mirarla

ni siquiera un momento.

 

El tiempo ha pasado,

a su lado la noción pierdo,

de volver a casa

la hora ha llegado,

me despido

su próxima visita deseando.

 

Regresa mi vista,

a un café que se ha enfriado,

ojalá esto

sucediese a diario,

ojalá el miedo

me dejase tomar su mano.

 

C. Rodríguez.

26/09/2022

 

ALGUIEN JUEGA EN MI COCINA

 

RETO SEMANAL CUATRO HOJAS - AZÚCAR 

ALGUIEN JUEGA EN MI COCINA 


¿Cómo era posible? Había revisado el contenido de cada uno de los recipientes cada día de la semana,  y a pesar de ello seguía sucediendo lo mismo cada día.  Estaba completamente seguro de haber dejado tanto la sal como el azúcar en sus contenedores correspondientes, de haber probado que el contenido fuese el correcto según la etiqueta, además,  los recipientes eran completamente diferentes en forma y tamaño… vamos,  que era imposible equivocarse ala hora de echar mano del que en cada momento hiciese falta.

Cada uno de los días de aquella extraña semana sus comidas eran dulces, pero totalmente carentes de sal. Y no sería porqué no se la hubiese puesto, que estaba seguro de haberlo hecho, y de forma generosa, pues le gustaba que tirase más bien hacia el salado.

Algunos de los platos que había preparado en aquellos días aún se habían podido comer, el azúcar les daba un punto extraño y diferente, pero eran comestibles. Otros terminaron en el contenedor de desperdicios, pues eran totalmente intragables, seguro que ni el más famélico de los perros vagabundos que rondaban el barrio se los hubiese comido.

Era evidente que algo extraño estaba sucediendo en su cocina, uno puede tener un día tonto y equivocarse ¿pero todos los días de una semana?  No, aquello no era normal y estaba decidido a descubrir el motivo de tal desaguisado, resolvería el misterio a cualquier precio, estaba completamente seguro que le saldría más barato que seguir tirando comida.

Lo primero que se le ocurrió fue cambiar el azúcar de lugar, lo sacaría de la cocina y seguro que así no podría volver a equivocarse, y aún así volvió a comprobar el contenido del salero… tal como imaginaba, era sal.

Para ese día había decidido preparar un fabuloso entrecot de buey que se había traído desde el pueblo el día antes.

Todo iba sobre ruedas, había escogido cuidadosamente todos los ingredientes que formarían parte del adobo, la salsa Perrins, los ajos, el aceite de oliva, albahaca y romero, hasta se había esmerado en la elección de la cerveza que debería añadir a ese adobo. Dejo reposar la carne en aquel marinado durante unos 15 minutos, mientras degustaba el resto de la cerveza. Calentó la plancha y cocino la carne hasta dejarla en su punto. Tras retirarla del fuego salpimentó y dejó reposar nuevamente cubriendo el plato para i intensificar aún más los sabores.

Había llegado el momento de degustar aquel manjar ... ¡cáspita!  … había sucedido otra vez, la sal brillaba por su ausencia y sobre el entrecot lucía una finísima capa de azúcar. Esto había ido demasiado lejos, esa misma tarde instalaría cámara de seguridad, tenía que saber que estaba sucediendo allí.

Una nueva sorpresa le esperaba al visionar lo que las cámaras habían grabado. No, no se veía a nadie enredando en su cocina, al menos como hubiese esperado ver. Las imágenes le dejaron aún más confuso de lo que ya estaba.

En el monitor se apreciaba claramente como se abría la puerta de su cocina, también la del mueble donde se encontraba el salero, se podía ver perfectamente como el salero era bajado a la encimera y vaciado su contenido en el paquete de la sal. Acto seguido podía verse como era rellenado con azúcar y vuelto a colocar cuidadosamente en su lugar, como si nunca se hubiese movido de allí.

Lo que no se podía ver era quien hacía esos cambios, todos los elementos parecían moverse solos, levitar hasta situarse en cada punto como si fuesen movidos por un fantasma que permanecía oculto en su invisibilidad..

Esto sí le estaba asustando, no creía estar volviéndose loco, además las imágenes no dejaban espacio a las dudas, algo estaba jugando en su cocina y ese algo era inmaterial.

Pero ¿Qué podía hacer? ¿Por qué ahora y no antes?

Él se había mudado a esta casa hacia más de diez años, después de casi otros dos de esperar a que terminase las reformas que  junto a su novia habían proyectado para lo que habría sido su hogar. Ella no había podido ver las obras terminadas, un conductor ebrio la había arrollado cuando salía de su trabajo matándola en el acto. Él había estado a punto de vender aquella casa, pero algo en su interior se lo había impedido.

En su cabeza daban vueltas mil preguntas buscando una explicación a lo que estaba sucediendo, sin dejar de ver aquellas imágenes en la pantalla ni encontrar respuesta o explicación alguna.

Un fuerte ruido le sacó de su abstracción, procedía del despacho, alarmado corrió a ver que sucedía y su sorpresa fue todavía mayor, tras la gran mesa de roble se movía ligeramente la silla, lo hacía con delicados momentos rotatorios de izquierda a derecha y viceversa, como si alguien estuviera sentado en ella, ligeramente reclinado hacia atrás. Sobre la mesa una carpeta se abrió dejando ver su interior, y como si una mano la guiase se giró hacia él, como mostrándole directamente aquellas páginas en concreto.

Temeroso se acercó al escritorio, era consciente de no haber dejado ninguna carpeta fuera de los cajones del archivador, y menos todavía la que contenía sus informes médicos, sin embargo allí estaba, ante sus ojos, y sobre aquellas páginas el bolígrafo que él había regalado a Soledad unos días antes de su muerte, situado estratégicamente, como señalando un párrafo concreto. Leyó aquel párrafo y todo cobró sentido.

A pesar de los años transcurridos nunca había vuelto a estar con una mujer, no se sentía preparado para una relación, pero nunca se sintió solo, cuando llegaba a casa se sentía acompañado, le inundaba la paz, la misma sensación que sentía entre los brazos de Soledad, probablemente por eso no había querido poner nada de forma diferente a como ella lo había diseñado en sus dibujos, aquellos que guardaba como oro en paño.

Su miedo se volvió tranquilidad, y la paz retorno a inundar su Alma. Ahora estaba seguro, ella nunca se había ido.

Aquel párrafo del informe médico era una clara advertencia, debía dejar la sal en las comidas para que su salud no se viese deteriorada, y Soledad se estaba encargando de que así fuese, ella seguía cuidando de él.

El azúcar, esa era una vieja broma que entre ambos tenían y que ahora había recordado, una broma sobre la dulzura de sus labios.

Llorando se arrodilló junto a la silla que ya no se movía, pero se había girado hacia él, como si Soledad estuviese ahora ofreciéndole su regazo a modo de refugio, mientras entre lágrimas el repetía que la amaba y la amaría eternamente.

 

C. Rodríguez

24/09/2022

miércoles, 21 de septiembre de 2022

EL DOLOR

RETO SEMANAL CUATRO HOJAS - DOLOR FÍSICO

EL DOLOR

No era nueva aquella sensación, el dolor y yo éramos viejos conocidos, no en vano llevábamos toda una vida juntos. Pero en esta ocasión aquella presión en el pecho no me dejaba respirar, y esto sí era algo nuevo.

Alguien había dejado aquel enorme peso sobre mi; por más que intentaba revolverme era completamente inútil cualquier esfuerzo por arrojarlo a un lado, el fuerte dolor me impedía pensar con claridad y retomar el control de mi cuerpo y la situación.

¿Que había sucedido? Parecía increíble que no me hubiese dado cuenta de lo que sucedería, que hubiese sido tan ingenuo e infantil como para creer que todo sería distinto y aquella historia tendría un final diferente al que estaba viviendo.

Lo había intentado en el pasado sin haber llegado a obtener un resultado lo suficientemente serio, como quien simplemente se da un paseo a orillas del mar, dando alguna que otra carrera para que las olas no le mojen los zapatos echándolos a perder.

Siempre fui consciente que no sería fácil aquella empresa, pero merecía la pena poner toda la carne en el asador y lanzarse a perseguir lo que podría perfectamente parecer una quimera, pero aquel sueño era tan real que no podía quedarme quieto viendo como desaparecía ante mis ojos sin yo hacer nada por alcanzarlo, por vivirlo segundo a segundo.

Pero en esta ocasión todo había sido distinto, mi implicación había ido mucho más allá, y las consecuencias estaban siendo más devastadoras de lo que hubiese imaginado en el más pesimista de mis pensamientos.

En otras circunstancias habría buscado asistencia médica urgente, pero probablemente hubiese sido el motivo de conversación en los pocos momentos de ocio que las urgencias reales les dejasen en el hospital.

No, no era el corazón lo que dolía, aunque sí donde el dolor se hacía presente. Aquel dolor provenía del Alma, y para estos casos los galenos no disponen de remedio alguno.

Ella se había ido, sin una palabra, sin un adiós, sin un porqué.

 

C. Rodríguez

20/09/2022

sábado, 17 de septiembre de 2022

EFÍMERA

 

EFÍMERA

 

Que caprichoso el destino,

pudiendo haber sido

en la molécula de agua

átomo de oxígeno,

no pase de ser minúscula gota

en el océano de tu olvido.

 

Fuiste efímera cual suspiro,

¿pero que digo?

si aún suspirando no había

y tú ya te habías ido,

llevándote contigo

del corazón un solo latido.

 

Aunque parecerlo pudiera

no exagero cuando efímero digo,

no es licencia poética

de exagerada comparación

es realidad exacta

del tiempo que estuve en tu corazón.

 

Suspiro que nada dura,

instante en el tiempo retenido,

lágrima recién brotada

en el océano perdida,

del aire que respiro

fuiste tú el oxígeno.

 

Fracción de segundo,

que en ese instante dio sentido

al largo sinsentido

en que mi vida se había convertido,

los disgregados trozos uniendo

de un corazón mal herido.

 

Caricias que no llegaron,

besos que sin serlo

en el aire se esfumaron,

risas por un momento compartidas

para rápidamente ser olvidadas

en el infierno de la noche más fría.

 

C. Rodríguez

17/09/2022

domingo, 11 de septiembre de 2022

QUISE AMARTE

 QUISE AMARTE

 

En la eternidad de los tiempos

quise amarte,

desde lo más hondo del alma

quise amarte,

y todo fue en vano

tú quisiste olvidarme.

Ni te culpó ni te odio,

te perdono y no te olvido,

porque amar es olvidar

cualquier daño sufrido.

Abrazarte quisiera de nuevo,

mas físicamente no puedo,

con hacerlo en sueños,

con eso me conformo,

así el corazón consuelo.

Corazón

que junto al mío latía,

alma

que junto a la mía viajaba,

sentimiento

que compartimos un día.

Quise amarte,

y no me dejaste,

quiero olvidar,

y no puedo,

dime tú que es lo que hago,

dime como seguir adelante.

 

C. Rodríguez.

8/09/2022

MIS MIEDOS

 

MIS MIEDOS

 

Tras los fríos cristales de mis gafas,

en la oscuridad de la noche

rota por el brillo las estrellas

y el reflejo de la luna en las calmadas aguas,

buscaba mi mirada encontrarse con la tuya,

albergando tal vez la esperanza

de hallar en ella de complicidad un atisbo.

 

Volvía el feroz lobo del recuerdo

a despertar viejos miedos,

a señalar viejas heridas,

y desde lo más hondo gritarme

¡no lo hagas, ya has sufrido bastante!

y con su gélido mordisco

dejarme paralizado.

 

Noche estrellada que nos contemplaba,

suaves olas que nos mecían,

mientras su música junto a la arena componían,

luna que al oído me susurraba,

no le temas a nada y bésala,

entre tus brazos acógela

y entre silencios amala.

 

Esa noche la batalla venció el miedo,

mi cobardía frenó el sentimiento,

y otra vez me arrepiento

de no arriesgar hasta el último aliento,

de callar lo quiero gritar al viento,

de enmudecer mi pecho

con la mordaza del tiempo.

Tiempo que no tengo,

pues ante mis ojos te alejas,

y no encuentro palabras,

no encuentro miradas,

no habrá caricias,

se irán con tus sonrisas,

las que reflejaré en mil poesías.

 

Maldita cobardía,

que al silencio me relega,

mientras me habla de prudencia,

y los miedos alimenta,

mientras los brazos me ata

y mis labios calla,

dejando que otra vez te vayas.

 

Quisiera haber podido,

quisiera haberte abrazado,

quería haberte besado,

deseo tenerte a mí lado,

y algún día sin miedo

poder decirte te amo.

 

C. Rodríguez

8/09/2022

NOCHE QUE RECORDAR

 NOCHE QUE RECORDAR

 

Paseando en la soledad de la noche,

entre las luces de faroles y estrellas,

entre el silencio y el ruido de mis zapatos,

vuelvo a escuchar tus risas.

 

Aunque no sean más que recuerdos,

retazos de un ayer nada lejano,

alegran mi Alma como lo hicieron

cuando de tu boca brotaron.

 

Cierro mis ojos para verte,

en cada segundo a tu lado recrearme,

besando tus labios imaginarme

el sabor de tan dulce manjar.

 

Mis manos desean acariciar

esa piel que no pueden alcanzar,

fruto prohibido que a hurtadillas

mis dedos se atrevieron a rozar.

 

Vuela mi imaginación,

y no con intención de pecar,

vuelve a tu lado,

que es donde quisiera estar.

 

Tiempo que me falta,

que entre mis dedos se escapa,

tiempo que dedicarte quisiera,

y que dedico a recordar.

 

Recuerdos que vienen,

que no quiero dejar escapar,

instantes a tu lado,

que no quiero olvidar.

 

Estrellas que juntos nos sentamos a observar,

hoy me miran y me hacen recordar,

el efímero instante en que a punto estuve,

de sin miedos tus labios besar.

 

Desde el firmamento parecen hablar,

mi cobardía parecen recriminar,

la oportunidad haber dejado pasar,

con la duda volverme a quedar.

 

Quisiera volver atrás,

bajo esas estrellas volverte a encontrar,

vencer todos mis miedos y así,

entre mis brazos poderte besar.

 

Oportunidad perdida,

ocasión que no volverá,

recuerdos de una noche,

que en la memoria quedará.

 

 

C. Rodríguez

5/09/2022

FLUYE SOSEGADA LA VIDA

FLUYE SOSEGADA LA VIDA

  

Vuelven ilusiones del pasado,

vuelven aquellos besos y abrazos,

vuelven como si nunca hubiesen faltado.

 

Y en esa falta fue que aprendí a quererla,

cuando el vacío  lo inundó todo,

y en todas partes creía verla.

 

Vuelven los nervios y las mariposas,

vuelven sus ojos y otras mil cosas,

vuelven a sus labios mis miradas golosas.

 

Y de esos labios brotó la paz,

en forma de verbo mil veces conjugado,

insinuando un te amo jamás pronunciando.

 

Vuelven las alegrías y cómplices sonrisas,

vuelven los cafés sin prisas y de las manos los roces,

vuelven olvidados acordes de viejas melodías.

 

Y es que en cada letra encuentro un recuerdo,

cada nota avivar parece el fuego del sentimiento,

y entre compas y compas en sus labios me pierdo.

 

Vuelven aquellos nervios de la adolescencia,

vuelven las manos temblorosas y los fríos sudores,

vuelven las ganas de verla y la impaciencia.

 

Y entre inseguridades e infundados miedos,

no quiero correr y aseguro el paso,

mientras veo el tiempo escaparse entre mis dedos.

 

Vuelven los buenos momentos y los instantes para el recuerdo,

vuelven los abrazos sin motivo y los besos furtivos,

vuelven las manos entrelazadas y los te amo con la mirada pronunciados.

 

Y entre miradas, sonrisas y caricias,

fluye sosegada  la vida

 

 

C. Rodríguez

1/08/2021


LOS DIAS SIGUEN PASANDO

LOS DIAS SIGUEN PASANDO

 

Despierto y gracias doy por ello,

respirando a pleno pulmón,

con cada latido aferrado

a una vida que en silencio

día a día se escapa.

Sigilosa esencia

que palpar no puedo

mas perder no quiero

pues de ella todavía espero

aquello que no me ha negado

pero aún no ha llegado.

Cada segundo disfrutando,

a pequeños sorbos

la vida me voy bebiendo,

con oídos sordos

a los no amigos haciendo,

y las críticas olvidando.

Sigo viendo,

así,

como he aprendido

sin hacer daño

y el recibido sanando.

Así he vivido,

así he respirado,

así en cada latido,

así hasta perder el sentido,

hasta la vida haber perdido.

No soy bueno,

no soy malo,

ni mejor ni peor,

tan sólo soy humano,

tal vez sólo voy amando

mientras los días…

siguen pasando.

 

C. Rodríguez

14/03/2022

 

Despierto y gracias doy por ello,

respirando a pleno pulmón,

con cada latido aferrado

a una vida que en silencio

día a día se escapa.

Sigilosa esencia

que palpar no puedo

mas perder no quiero

pues de ella todavía espero

aquello que no me ha negado

pero aún no ha llegado.

Cada segundo disfrutando,

a pequeños sorbos

la vida me voy bebiendo,

con oídos sordos

a los no amigos haciendo,

y las críticas olvidando.

Sigo viendo,

así,

como he aprendido

sin hacer daño

y el recibido sanando.

Así he vivido,

así he respirado,

así en cada latido,

así hasta perder el sentido,

hasta la vida haber perdido.

No soy bueno,

no soy malo,

ni mejor ni peor,

tan sólo soy humano,

tal vez sólo voy amando

mientras los días…

siguen pasando.

 

C. Rodríguez

14/03/2022

VESTIDO AZUL

VESTIDO AZUL

 

Un código de barras llama mi atención,

un hola entre dudas escrito

las casualidades del universo desató

allí estabais tu sonrisa y tú.

 

Un café muchas veces pospuesto,

cuatro frases diarias tras una pantalla,

y algún mensaje de voz que repito

porque tu risa mi mañana alegró.

 

Un vestido azul y una sonrisa,

como la frágil muñeca de la canción,

una mirada dulce y limpia

que brota del corazón.

 

Si cara a cara nos veremos

eso aún no lo sé yo,

el universo caprichoso

tomará esa decisión.

 

Mientras tanto en la pantalla,

yo te veo en color,

quien sabe si será esta la ocasión

de dejar atrás el dolor.

 

C. Rodríguez

10/03/2022


CAMINANDO

 

CAMINANDO

 

Arrojé al mar mi tristeza, mis lagrimas

en las saladas aguas desaparecieron

cual promesas al viento lanzadas

que jamás serán cumplidas,

pero tampoco olvidadas

por quien un día las escuchó.

 

Dejé que las olas las arrastrasen,

ya no quiero a mi lado tenerlas,

ya no quiero más sentirlas

resbalar por mis mejillas,

ni mi corazón inundando

de recuerdos que mejor apagarlos.

 

Quiero ahora sonreír,

amar y ser amado,

pasear de la mano agarrado

o hacerlo en solitario,

pero sea como fuere …

sé que de amor no se muere.

 

Alcanzarame la muerte algún día,

espero más tarde que pronto,

mas mientras mi hora no llega

a vivir pienso dedicarme

con una sonrisa levantarme

y siempre seguir adelante.

 

Que traerá el destino

a día de hoy desconozco,

mas con Alma agradecida

y el corazón remendado

sigo paso a paso caminando,

de aquella tristeza me voy alejando.

 

C. Rodríguez

28/02/2022