FLUYE SOSEGADA LA VIDA
Vuelven ilusiones del pasado,
vuelven aquellos besos y abrazos,
vuelven como si nunca hubiesen faltado.
Y en esa falta fue que aprendí a quererla,
cuando el vacío lo inundó todo,
y en todas partes creía verla.
Vuelven los nervios y las mariposas,
vuelven sus ojos y otras mil cosas,
vuelven a sus labios mis miradas golosas.
Y de esos labios brotó la paz,
en forma de verbo mil veces conjugado,
insinuando un te amo jamás pronunciando.
Vuelven las alegrías y cómplices sonrisas,
vuelven los cafés sin prisas y de las manos los roces,
vuelven olvidados acordes de viejas melodías.
Y es que en cada letra encuentro un recuerdo,
cada nota avivar parece el fuego del sentimiento,
y entre compas y compas en sus labios me pierdo.
Vuelven aquellos nervios de la adolescencia,
vuelven las manos temblorosas y los fríos sudores,
vuelven las ganas de verla y la impaciencia.
Y entre inseguridades e infundados miedos,
no quiero correr y aseguro el paso,
mientras veo el tiempo escaparse entre mis dedos.
Vuelven los buenos momentos y los instantes para el recuerdo,
vuelven los abrazos sin motivo y los besos furtivos,
vuelven las manos entrelazadas y los te amo con la mirada pronunciados.
Y entre miradas, sonrisas y caricias,
fluye sosegada la vida
C. Rodríguez
1/08/2021
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