¿RUTINA O VIDA?
Tras unas breves, pero merecidas
vacaciones, en las que hemos podido desconectar de nuestros trabajos, y por
supuesto, dedicar mucho más tiempo a nuestros seres queridos (léase hijos,
pareja) ha llegado la hora de regresar a la rutina del día a día, esa que poco
a poco va minando los cimientos de nuestras relaciones, esa que poco a poco las
acerca al abismo del fracaso.
Un trabajo poco atractivo o
frustrante, o la falta de crecimiento personal se proyectan en la relación. Convierte
la pareja en dos seres aislados que se encuentran a veces, sin demasiado
interés, como para cumplir con una obligación.
Este es el gran error, la pareja
tiene que significar un compromiso, reforzado por un sentimiento mutuo; pero si
una persona pretende centrar su vida únicamente en esa relación estará
condenada al fracaso.
Todo ser humano tiene que
desarrollar su potencial y crecer, porque como todo en la naturaleza, tiene que
realizarse y evolucionar.
Ese desarrollo y maduración
colmará su vida de plenitud y podrá transmitir ese estado de satisfacción a su
alrededor haciendo felices a todos los que lo rodean.
La frustración se proyecta en el
otro y tiende a deteriorar a una pareja por motivos personales que a veces no
tienen nada que ver con la relación.
¿Qué podemos hacer para evitar el
anunciado cataclismo sentimental?
En mi opinión no hay un método
infalible para que nuestras relaciones funcionen.
Se trata de ir sumando
detalles, buenos momentos, se trata de dejar nuestro trabajo en la
puerta, de no llevarse la frustración o el enfado diario al seno de la pareja.
Pero esto, por si sólo, no
servirá de nada si dejamos que la monotonía se apodere de nuestras vidas.
Sáltate las normas, bromea, juega
con tu pareja como si no lo fuera, conquístala como si no os conocieseis.
Mantén viva la llama, que
vuestras relaciones no se conviertan en una tarea más a realizar tal o cual día
de la semana, busca actividades que podáis realizar juntos, pero sobre todo....
(Y con esto me repito) quiérela, quiérela como a tu propia vida, y demuéstraselo,
demuéstraselo en cualquier momento, en cualquier lugar, estéis
solos o en compañía, hazlo cuando no lo espere, por sorpresa, porque sÍ.
Aísla tu rutina laboral de tu
vida amorosa, y así, descubrirás que la vida en pareja no es rutina.
C. Rodríguez
12/09/2017
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