DEJAME QUERERTE
Las noches de insomnio suelen dar
para pensar mucho, y meditar sobre nosotros mismos, y esta ha sido una de
esas noches.
Siempre había sido de esos que
quieren con limites, de los que dicen “te quiero” del mismo modo que respiran,
de los que sienten solamente cariño, o apego, que diría alguien que
conozco.
Pero claro, eso no puede durar
siempre, tarde o temprano se tenía que terminar y llegar el momento en que los
sentimientos fuesen más fuertes que la razón, ese punto de inflexión en la vida
donde sin duda queda marcado un antes y un después.
Siempre hemos oído hablar de lo
mala que es para una relación la falta de amor, la ausencia de compromiso, la
escasez de gestos o demostraciones de cariño, etc.
Pues bien, resulta que lo
contrario tampoco es bueno, que si demuestras frecuentemente que echas de menos
a la persona amada, que si tratas de pasar todo el tiempo posible con ella, que
si decides dejar de lado las corazas y entregarte por completo a esa persona y
mostrarle tus sentimientos, corres el riesgo de agobiarla, de estar invadiendo
su espacio, de no respetar su intimidad y por tanto te estarás cargando esa
relación que tanto te importa.
Parece una contradicción, y probablemente
lo sea, pero no menos que otras muchas que se dan entre los componentes
de las parejas…
“me encanta lo seguro que pareces de todo,
pero … deja que me equivoque”
“me gusta que
tomes las decisiones, pero…. quiero ser yo quien decida”
“me gusta
sentirme protegida, pero…. déjame respirar”
En ocasiones nos quedamos
despiertos esperando que la otra persona llegue a su destino, no nos importa
perder de dormir aun teniendo que madrugar, para nosotros es más
importante saber que ha llegado bien que cualquier otra cosa.
Tratamos de bromear buscando el
quitar importancia a las situaciones adversas del día a día, incluso con
aquello que nos duele, hacemos de tripas corazón y luchamos por entender
comportamientos que tal vez no tienen lógica alguna, por descifrar frases
incompletas, por disipar dudas que no se nos plantean, en definitiva, nos
encontramos cual Quijote frente a sus gigantes, luchando contra los molinos de
viento del pasado
El pasado, ese saco que vamos
llenando de recuerdos, unos buenos, otros no tanto, y como no, de algún que
otro fantasma y algún que otro miedo.
No es fácil dejar el saco en un
rincón y seguir con nuestras vidas, cierto es que si lo hiciéramos, con esto de
la alerta yihadista se nos podrían echar encima medio ciento de policías...
Bromas aparte, el pasado es
siempre un lastre a la hora de que una nueva relación levante el vuelo y nos
haga llegar a tocar las estrellas por llevarnos al cielo.
Ese pesado saco nos limita el
vuelo, nos limita en nuestra búsqueda de la felicidad, nos recuerda errores de
los que algo ya hemos aprendido, nos recuerda esos miedos no superados, nos
recuerda esa naturaleza frágil de nuestros sentimientos.
Es evidente que las relaciones
fallidas del pasado nos marcan a la hora de tomar una decisión, y
tratamos de no repetir comportamientos que creemos pudieron ser los que
desencadenaron esas rupturas pasadas, aunque no lo hayan sido
necesariamente.
Claro que estas noches no sólo
dan para pensar, también dan para escuchar mucha música, y para fijarse en
alguna que otra letra... como esta de “Déjame quererte” de Jambao
Ámame mi amor
Dame tu corazón
Te quiero en verdad
Te amo más y más amor
Cuando estas cerca de mi
Todo es lindo para mí
Mis labios empiezan a vibrar
Mi voz se empieza a quebrantar
Y mi cuerpo a temblar
En verdad, en verdad te quisiera yo besar
Ámame mi amor
Dame tu corazón
Te quiero en verdad
Te amo más y más amor
Déjame quererte
Cuando estas cerca de mi
Todo es lindo para mí
Mis labios empiezan a vibrar
Mi voz se empieza a quebrantar
Y mi cuerpo a temblar
En verdad en verdad te quisiera yo besar
Letra de” Déjame quererte” de Jambao
C. Rodríguez
21/10/2017
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