NO EXISTIA EL AMOR
Antes para mí el amor no existía, era algo
abstracto de lo que todos hablaban y nadie era capaz de explicar en qué
consistía, por buscar una comparación, podría decirse que para mí era tan
desconocido como para los científicos la existencia de Dios.
No, tranquilos, no voy a
disertar sobre religión, eso lo dejaremos para otro día, hoy me
conformo con hacer una breve confesión, una declaración de intenciones,
por así decirlo.
Soy un tipo bastante
extraño, no es que sea raro, que probablemente también (o sin
probablemente 😉😉), sino que mi modo de pensar y vivir
resulta chocante para muchos, esa mezcla entre el agnóstico más radical y el
ferviente seguidor de cualquier religión, puedo parecer contradictorio,
pero puedo aseguraros que no lo soy en absoluto. Hace mucho tiempo que he
dejado de creer en las iglesias, sean de la religión que sean,
bueno más bien en sus representantes, aunque eso no implique
un abandono de mis creencias, simplemente he decidido dejar a un
lado a los intermediarios y buscar una relación más directa, o dicho de otro
modo, trato de encontrar otras respuestas más fundamentadas, más palpables...
tal vez sea como Santo Tomás.
Ahora he conocido a alguien que
me ha hecho creer en el amor, que me ha mostrado algo que hasta ahora no había
sentido, alguien con unas creencias distintas a las mías, pero con una
mente abierta y un tremendo respeto por las ideas y creencias de los
demás, alguien con quien se puede hablar de cualquier cosa, desde
religión a física cuántica y que es capaz de encontrar una relación entre
ambas.
No sé si será cosa de los años
o los efectos secundarios de ese amor que crece en mi interior, el caso
es que estoy tomándome la vida de otra forma, sin dejarme arrastrar por
impulsos, meditando frecuentemente sobre temas que ni me hubiese planteado tan
solo hace unos meses, y los resultados son realmente muy sorprendentes. No voy
a contaros sobre cuáles son ni los resultados ni los temas de mis
conversaciones internas, básicamente para no aburriros.
Hay una razón especial para
escribir esto y no es otra dar las gracias a ese ser maravilloso que ha
cambiado mi vida.
En el momento en que te conocí,
no sabría lo mucho que te llegaría a amar, y es que al ir conociéndote, me fui
enamorando más y más, no sabes cómo disfruto, aquellos momentos que paso
contigo, aquello de lo que me hablas, aquello sobre lo que discrepamos o
solamente si permanecemos en silencio.
Esta, es mi manera de decirte
lo que siento al estar junto a ti, de hacerte sonreír y hacerte pensar en
mi, también decirte que eres la culpable de las cosas más hermosas y tiernas
que siento en mi corazón y mi alma, así que guárdalo en un lugar especial y
léelo de vez en cuando, recuerda que esto nuestro no será fácil, pero al final,
será mejor de lo que esperábamos.
25/10/2017
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