miércoles, 22 de agosto de 2018

Ella

Parecía un día como otro cualquiera, y allí estaba él como cualquier otro dia,  pero ese día era distinto, porque ella ya lo sabía todo. Había abierto los ojos, ya no quería engañarse más. Aquel día la perdió para siempre, aunque hacia tiempo que él la había olvidado, que no la veía, que no la tocaba.
Ese día ella recuperó una parte de su vida, ese día volvió a su más tierna juventud, regreso al punto de partida, con una nueva ilusión,  con un nuevo brillo en sus ojos.
Esos ojos que él había hecho llorar, habían secado ya sus lágrimas, brillaban como nunca antes lo habían hecho,  y es que desde ese dia,  ella se había convertido en ELLA, una mujer con ganas de vivir, luchadora incansable, independiente, tenaz en la consecución de sus objetivos, madre amantisima (aunque para ella siempre es poco) ese día  ella se convirtió en  MUJER.
Hoy,  pasados ya algunos años, ella sigue siendo la misma luchadora incansable a los ojos de otras mujeres, a los ojos de muchos es la mujer objeto de su carnal deseo, pero hay alguien que la mira distinto,  alguien que un día pudo asomarse al balcón de esos ojos, alguien que conoce sus defectos (como ella los llama), ese alguien ve en ella a esa MUJER.
Hoy no sólo él la ama, sino que  ella ha aprendido a amarse a sí misma, hoy  es de verdad ELLA.

C. Rodríguez
2/08/2018

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