Amanece gris el día y amenaza con llover,
acorde con mi Alma parece que hay querido vestirse el Alba,
a juego con los nubarrones que lágrimas derraman,
que el corazón inundan aunque sea primavera.
Y volverán las oscuras golondrinas con sus negras alas a
volar,
entre vuelo y vuelo comparar,
su azabache capa con el apagado carbón que viste mi ilusión,
de luto por la muerte de un hermoso amor.
No brillará hoy el sol, pues también triste está,
como el Alma que hay se afana en sus trozos recoger,
para intentar recomponer la entereza de aquel ayer
en que sin miedo dejó un amor crecer.
Húmedas gotas que por las mejillas resbalan,
testigos mudos de un secreto sentir,
prueba breve del callado lamento,
que ahoga el grito de postrero te quiero.
C. Rodríguez
20/03/2020
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