Cerré mis ojos en soledad,
la noche extendiera ya su mando,
paz y sosiego inundan mi alcoba,
mientras abrazo mi almohada.
Dejo volar libre mi mente,
y los recuerdos vuelven a mi a modo de sueños,
sintiendo de nuevo tus brazos rodeando mi cuerpo,
saboreando en mi boca de tus labios los besos.
Acurrucado en la felicidad de verte sonreír,
me zambullo en esos lánguidos ojos tuyos
que son mi refugio y debilidad,
de los que no quisiera salir.
C. Rodríguez
21/03/2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario