A tu lado quiero envejecer

Apareciste de repente en mi vida,
cuando nada buscaba,
cuando nada quería,
apareciste como el sol cada día.
Lo llenaste todo con tu luz,
me devolviste la alegría
me hiciste creer en la vida.
Apartaste de mi la oscuridad,
esa en que vivía,
que mi alma consumía
en inmensa frialdad.
Fuiste brisa fresca en el verano,
acogedor fuego del hogar,
cuando llegó el invierno,
diste color a mis días,
antes de la primavera llegar.
Sin decir adiós te has ido,
has apagado mi luz,
de nuevo entre tinieblas navego,
de nuevo sin rumbo ni timón.
El tiempo pasa ante la ventana,
aquella donde verte llegar esperaba,
un nuevo café se enfría,
en la calle empieza a llover,
mientras grita esta alma mia,
a tu lado quiero envejecer.

C. Rodríguez
16/10/2018