Llegaste un día sin yo buscarte,
como ese sol que todo ilumina,
con tu luz mi vida llenaste,
alejando la oscuridad cansina.
Que hermosos eran los días,
que alegre la música sonaba,
que feliz era cuando te reías,
que feliz cuando a tu lado soñaba.
En mi faro te convertiste,
a tu lado el rumbo no perdía,
aún no se como lo hiciste,
con claridad recuerdo aquel día.
Como la noche que sigue al día,
así volvió la oscuridad maldita,
a recordarme que también existía,
sin ti la dura soledad infinita.
Como a luna en mi firmamento,
alcanzarte a diario yo intento,
tan sólo posible en mi pensamiento,
eso es lo que de verdad lamento.
Sentimientos encontrados
de corazones separados,
de orgullos no ahogados,
de amores silenciados.
C. Rodríguez
23/11/2019
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