EL AMOR NO TIENE EDAD
El amor es así, imprevisible,
surge cuando y como menos lo esperas.
No, tranquilos, está no es otra de esas historias de novela
rosa, es una historia real aunque no lo parezca.
He de confesar que al principio también a mi me costó creer
aquello que estaban oyendo mis oídos, pero hay algo que nunca miente…. los
ojos, y aquellos que ante mi tenía os puedo asegurar que no lo hacían.
Vale, que sí, que me
esto dejando atrás la historia, y eso es lo que de verdad importa, de modo que
allá voy.
No os diré dónde escuche esta historia, ni daré fechas, pero
os puedo decir que todo esto pasó como quien dice anteayer.
Ella vivía en pleno centro de la Ciudad Condal, a escasa dos
manzanas de La Sagrada Familia. Como casi todos los niños de su edad vivía feliz y ajena a lo que el destino le
deparaba.
El Señor José era un conocido de la familia, un hombre que
tranquilamente podría haber sido su abuelo, pues era el padre del que habría sido
su padrino de bautizo.
La desgracia hizo que los padres de Mercedes, que así se
llama nuestra protagonista, falleciesen con muy poca diferencia de tiempo y
siendo ella todavía muy joven.
Las grandes ciudades
no son fáciles, y menos todavía los precios que han de pagarse por todo, pero
Mercedes tenía una alternativa.
Aunque la opción no era muy atractiva decide trasladarse a
la casa de su difunta abuela en una pequeña aldea del rural gallego.
Aquí la vida tampoco iba a ser fácil, pero al menos la casa era
suya y el ritmo de vida mucho más tranquilo. Atrás quedaban el estrés y el caos
de la gran urbe.
Paso el tiempo y Mercedes salía adelante en lo que ahora
llama “su paraíso”
El Señor José viajo para visitarla y pasar unos días en la
aldea, lejos de saber lo que aquella visita supondría para ambos.
Fue el hijo de José quien tuvo la idea, algo que probablemente
nos parecería una locura a cualquiera, pero que se ha dado con mucha frecuencia
en las zonas más rurales, aunque creo que pocas con una diferencia de edad tan amplia.
La idea era sencilla, José ya había cumplido los 80 y
precisaría de cuidados muy pronto, y la esperanza de vida tampoco jugaba a su
favor. Él disponía de una pensión que les permitiría vivir a los dos, y ella le
cuidaría en sus últimos años, además, si se casaban, a su muerte ella podría
cobrar la viudedad.
El padrino de Mercedes propuso a ambos la idea, y ellos aceptaron.
Tras los oportunos trámites y la pertinente ceremonia ambos
se convirtieron en marido y mujer.
Nada tendría de especial la historia si no hubiese ocurrido
lo que nadie sospechaba que pasaría, pero así lo quiso el destino y Cupido
decidió pasarse a dar una vuelta por aquellos montes y hacer lo que mejor se le
da.
Habéis supuesto bien, Mercedes y José no tardaron en
enamorarse, y lo hicieron de verdad, para vivir uno de esos amores que marcan
el Alma y que todos quisiéramos vivir.
José falleció hace tres años, tras un matrimonio de algo más
de diez, en el que hizo muy feliz a Mercedes y en el que, estoy seguro, él
también lo fue. No hay más que ver la sonrisa y el brillo que inunda los ojos
de Mercedes para saber que el suyo fue uno de esos amores que rara vez podemos
ver fuera de los libros o las pantallas. AMOR en estado puro.
C. Rodríguez
16/11/2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario